*Callejero de Biar-recorrido fotográfico (XI): Paseo del Plátano.

El Paseo del Plátano es el espacio ajardinado mas característico de Biar.
Está presidido por un magnífico ejemplar de "Platanus Orientalis", que da nombre a todo el conjunto que ya se describe como alameda de la villa en el año 1824.
Este plátano es un especimen de unos 26 metros de altura, más de seis metros de diámetro (a un metro y medio del suelo) y unos 30 metros de copa. Se estima su edad en 250 años y su gran crecimiento se debe a su emplazamiento durante siglos en un entorno agrícola, junto a huertas y un cercano canal de riego que le proporcionó agua en abundancia. Actualmente su entorno es totalmente urbano. Es un ejemplar de un valor incalculable desde el punto de vista botánico por ser el más viejo y grueso de la Comunidad Valenciana y uno de los de mayor perímetro de toda España.
En la actualidad es un árbol ya maduro, enfermo y debilitado por las continuas podas experimentadas desde hace años. Como consecuencia de esto, diversos patógenos afectan su condición, a pesar de los innumerables cuidados que viene recibiendo continuamente.
Junto al árbol, existe una fuente de 1842 que hoy tiene dos caños, y que anteriormente llegó a tener hasta seis, porque también servía de abrevadero a las caballerías que tenían su entrada a la población por esta parte.
Árbol y fuente generan una tranquilidad que atrae a numerosos grupos de vecinos, que acuden a diario a conversar, a sentarse o a pasear bajo la sombra de tan portentoso árbol o junto al arrullo del agua que emana de forma contínua.
Se trata de una fuente exenta, de gran tamaño, con pila de piedra rectangular adosada a un frontal de piedra decorado con un mosaico dedicado al patrón de Biar, San Cristóbal.
Alrededor del antiguo Paseo existe una zona ajardinada en los terrenos que donó hace unas décadas Dª Angelina Santonja, y que hoy forman una glorieta dedicada a su nombre.
Desde este Paseo se inicia el trayecto que conduce al Santuario de Nuestra Señora de Gracia, es el Camino de la Virgen, de suave pendiente y de innumerable atractivo a descubrir.