En los troncos de los olivos, que predominan abudantemente en nuestras tierras, la naturaleza caprichosa nos proporciona una muestra sorprendente de arte escultórico, a medida que se van haciendo mayores.
Son espectaculares e irregulares formaciones, que, por tenerlas diariamente a nuestro lado, no nos paramos a contemplar.
Pero cada uno de ellos nos vienen a sugerir formas, creando volúmenes y conformando espacios.
Por ello, en esta y siguientes entradas, nos hemos tomado la libertad de tratarlos como formas figurativas artísticas, para "regocijo" de quienes nos sigan.
Hay que ejercitar la imaginación.
Curioso.La verdad es que hay poner imaginación, que bastante hace falta, muy bien.
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