A la vuelta de un paseo por la Rambla dels Molins/Molinos, tuvimos la suerte de poder encontrar una especie de anfibio como es el Sapo común, muy raro en nuestras tierras.
El "sapo común" es una especie caracterizada por su gran tamaño (es el más grande de la Península), su aspecto compacto y su piel muy verrugosa. Su cabeza presenta un hocico corto y redondeado, unos ojos prominentes con pupila horizontal e iris rojo, así como grandes glándulas parótidas de forma oblicua. La coloración de su dorso varia entre los tonos pardos, amarillentos, castaños, rojizos o verdosos con manchas irregulares más claras y oscuras, mientras que las partes inferiores son blanquecinas.
Las patas traseras presentan mayor longitud que las delanteras, y los dedos son semipalmeados, poniendo de manifiesto su vida semiacuática.
El "sapo común" es una especie caracterizada por su gran tamaño (es el más grande de la Península), su aspecto compacto y su piel muy verrugosa. Su cabeza presenta un hocico corto y redondeado, unos ojos prominentes con pupila horizontal e iris rojo, así como grandes glándulas parótidas de forma oblicua. La coloración de su dorso varia entre los tonos pardos, amarillentos, castaños, rojizos o verdosos con manchas irregulares más claras y oscuras, mientras que las partes inferiores son blanquecinas.
Las patas traseras presentan mayor longitud que las delanteras, y los dedos son semipalmeados, poniendo de manifiesto su vida semiacuática.
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