11 de mayo de 1914 (delante de la casa) |
Insertamos un magnífico y sentido artículo sobre el acto más singular de las Fiestas de Moros y Cristianos de Biar, como es "El Baile de los Espias-Ball dels Espíes", que se representa cada 11 de mayo por la tarde.
Es un estudio romántico, una vivencia personal desde dentro de esta fiesta por el actual dueño de la "Casa de la Mahoma", lugar donde se concentran los intervinientes en este baile dels Espies. Al mismo tiempo se acompañan varias fotografías históricas del acto.
Agradecemos a D. Cristóbal Sarrió Lledó, autor del artículo, la posibilidad de incluirlo en este blog.
-----LA CASA DE LA MAHOMA-----
Desde siempre
he ido a Biar. Tengo
fotos en la
Plaza del Raval
desde los dos años, pero mis recuerdos
infantiles comienzan a los cinco
años con un
viaje larguísimo desde
Alicante a Biar.
Después de preparar el
equipaje nos trasladamos
a la estación
de Renfe en
tranvía, allí nos
subimos a un
tren que nos
llevaría a Villena. Recuerdo
los asientos de
madera y el
tener que cerrar
las ventanillas por el
olor a la
carbonilla.
Al llegar
a Villena por
la tarde, nos hospedamos en el
hotel “Alcoyano” que estaba en
el Paseo de Ruperto
Chapí. Pasamos la
noche con un
frío intenso y
a la mañana siguiente salvamos
la poca distancia
que hay entre
Villena y Biar con la Alcoyana. Nos acomodamos
en la Plaza
de España nº 6, casa de
mis abuelos “Los Paisanos” y allí, siempre
por tradición oral,
fui descubriendo que
nuestra casa era la “Casa
de la Mahoma”,
que la teníamos
dos veces al
año (11 de
mayo y 8 de septiembre),
que desde siempre
había sido así,
que uno de
nuestros antepasados había sido
uno de los
fundadores de la Comparsa
dels Blavets. Así
comencé a amar lo que mis mayores con su ejemplo y sentimiento estaban sembrando en mi corazón.
. --11
DE MAYO--
11 de mayo de 1957 |
Son
las seis de
la madrugada y
a esa hora
mi mujer, Francisca
Santana, y yo ya estamos en
la casa de
la Plaza del Arrabal preparando
la avituallas y los últimos detalles para
recibir la variopinta
comitiva que trae
a La Mahoma. Al clarear
el día, alrededor de las siete
y media, estamos
en la calle
Mayor, frente a
la casa de
José
Bellod, desde
allí oímos la
alegre algarabía de
los festeros y
vecinos que traen a La
Mahoma. Allí se hace
un alto y
se ofrece a
todos los presentes pastas
típicas y mistela. La
siguiente “estación” es en la Plaza
de las Ollas, casa
de Vicente “Calendari
“. Después vamos a
la Escarrereta a
casa de “Torrat".
A
continuación, Luis “Roqueta” nos ofrecía
el primer café
del día y
desde allí todos nos
dirigimos a la
plaza del Raval
para acomodarla en
su casa. Con
alegría y entre
todos acostamos a
nuestra querida Mahoma
y ya está preparada
una sillita antiquísima
con un cojín
para evitar que
tenga tortícolis.
Voy al
primer piso y
coloco la Bandera
de la Mahoma
en el balcón,
así se hace saber a
todos que nuestra
querida Mahoma está
en su casa.
Hoy es un día
de puertas abiertas,
cualquier persona puede
entrar a visitarla,
a verla, a
presentarle sus respetos,
a fotografiarse… Doy fe que
son miles las
personas que a
lo largo de todo
el
día están junto
a ella.
Hasta
la Diana, son
los momentos del
día en que
la afluencia es
menor y aún
así el goteo
de familias completas, festeros, visitantes… es
continuo.
La
actual bandera fue
bendecida la víspera
del día de
San Vicente de
1966, siendo padrino Don
Cristóbal Sarrió Francés
(mi padre); madrina
Srta Dª Margarita
Payá Valdés; abanderada
Srta Dª Guadalupe
Sarrió Camarasa y
la bandera fue
obsequio de Don Francisco
Pérez Martínez, residente en Barcelona.
1964-Bendición de la bandera dels Espies, por Rvdo. D. Manuel Abad. |
El acto
religioso de la
bendición se realizó
en la Capilla
de la Comunión, siendo oficiado por
el Reverendo Don
Manuel Abad Cerdán .
Después
de la despertá se
anima la afluencia .Recuerdo a
mi abuelo Cristóbal
Sarrió Amorós que
nos decía que
porqué poníamos en
la mesa tanto. Él
siempre ofreció vino y aceitunas
preparadas por sus
manos. También él me
contó que su abuelo Jaime
Sarrió Tortosa (mi tatarabuelo),
falleció
un diez de mayo y
estuvo de cuerpo
presente el once
de mayo y
que muchísimas personas,
al mismo tiempo que presentaban sus condolencias, hacían
la visita a
la Mahoma. La fiesta
debe continuar. Esto sucedió a
finales del
siglo XIX.
1966-Desfile de la bandera dels Espíes. |
Empleados del Ayuntamiento
nos traen en
un vehículo sus pesadas
botas y el eficiente Medina
me hace compañía
repartiendo unos vales
numerados para poder participar
en “El ball dels
espíes“. Me dice que desde
ayer ya ha repartido mil, sigue
la numerosa afluencia
que al mismo
tiempo que hacen
la visita, solicitan los
vales para participar por
parejas en el
baile. Al final se
habrán repartido más
de mil ochocientos pases para bailar, debido
a la gran
masificación de participantes
de estos últimos años.
Y
es que nuestra
fiesta es única,
así me lo
hacen constar los
diversos estudios al más
alto nivel que
se han hecho
al respecto. Entre ellos
el profesor Ariño
de la Universidad de
Valencia, los
profesores de la
Universidad de Nanterre
(Francia) y también la
investigación hecha por
la Universidad de
Venecia, pues existe
un gran parecido entre
nuestra Mahoma y
el personaje homónimo
de “Il moro di
Venezia“.
1966- Cristóbal Sarrió Francés, Guadalupe Sarrió Camarasa, Margarita Payá Valdés, Francisco Pérez Martínez y autoridades (de izda. a dcha). |
Muchas
personas me preguntan
por el lazo
negro que luce
la Mahoma en
el pecho. Les respondo
que está de luto, pues
nos ha faltado
Luis “Punxó“, así como
también lo estuvo cuando
faltó Pepa “La Puça“ ,
Rafael Revert
“El Turrano“ , Tomás
de San Cristóbal, Cristóbal
Sarrió Sanjuan “Morón”,
Jaime Ferrándis “El
Tío Payés“ , con mi padre
y con tantos otros. Ella se
pone triste al faltar alguno
de los suyos. Yo
guardo los últimos
lazos.
Recuerdo a
mi tía María
y a mi
tío Vicente como
se emocionaban cuando hablábamos de
ella y el
sentimiento que les
embargaba cuando por
razones de trabajo
a veces no podían
estar aquí. Pero su
mente y corazón
sí estaban presentes.
Es
la hora de
la comida, mi mujer
y yo hemos
de turnarnos para
evitar cerrar la casa y de
esta forma facilitar
las visitas que
siguen.
En
el año 1983 mi padre
se queda con
la casa y
acomete mejoras que
eran necesarias en
el inmueble, y en 1996 la
propiedad pasa a
sus hijos Cristóbal, Luis Manuel y
Remedios.
Nada
más acabado el
receso de la
comida, ya está Cristóbal
Puerto con su cargamento
de ramas de
chopo blanco de la “Rambla
dels Molins“ para
adornar el carro de
La Mahoma que
se guarda en
la calle Carriles
nº 3, en un
local propiedad de Pepe
Bellod Tortosa .
Llegan
todos los espías, vienen de
la casa del tío Julio
Soler, “El Confiter“, calle Barrera nº 58, dónde
desde hace muchísimos
años su viuda
Emilia Francés obsequiaba
a la singular comitiva
con la tradicional
tortada de almendras. Esta tradición
siguió con su hija
Celia Soler Francés
y hoy se
continúa con su
hermana Emilia Soler Francés. Allí
se reza un Padrenuestro “per les
animetes”. “Els espíes“ venían de
la casa de Onofre
Payá, del acto
ritual de pintarse
unos a otros
de forma estrafalaria
para no ser
reconocidos, antiguamente se hacía en
la “cambra“ de nuestra
casa. Lo sé porque
mis mayores siempre
me dijeron que se
realizaba allí
y aún queda
el viejísimo espejo
donde se veían
reflejados al pintarse. En
la parte trasera
del espejo hay
pegado aún una hoja
del periódico “El
Imparcial” del año
1903. Espero que con
el paso del
tiempo estos actos vuelvan
a ser realizados
en donde antaño
se hacían.
El
primer lugar donde
aparece por escrito
toda la fiesta
es en el
periódico “Semanario
Pintoresco Español” que
en su ejemplar
del 5 de
mayo de 1839
hace una descripción perfecta
de cómo son
nuestras fiestas. Naturalmente se
refiere el periodista en
su artículo a las
fiestas de 1838, pues
fue invitado por
el Ayuntamiento y ésa fue
la base de
su publicación. No necesitamos
inventar nada, ni
cambiar nada, allí está
escrito el desarrollo
completo de la
fiesta. Debe ser una
lectura obligada para todos y
especialmente para las
autoridades festeras.
De
entre la gran
cantidad de personas
que pasan por
la casa hay
un grupo que me
llega al
corazón : son los niños .
Llegan acompañados de
su familia y
los hay que
se
acercan a “pegar-li
una besaeta a
la Mahoma“ con
sonrisas, como si
fuese un amigo de
siempre. También están los
que ponen caras
raras o lloran
de forma incontenible,
en estos casos
tanto los padres, madres y
yo mismo intentamos
apaciguarlos y hacerles
ver que no
es tan fiera
como parece, sino que
está durmiendo, que no
hace nada y
es amiga de
todos. No hay que anidar miedo
en sus corazones.
Es
grande el número
de personas que
al hacer la
visita observan las
fotografías antiguas y hacen comentarios
al respecto: ese es
mi abuelo, aquella
persona fue amiga
de mi padre,
ésta soy yo
cuando era niña… Todo ayuda
al proceso de identificación de
participantes de la
fiesta.
Es
la hora de
la guerrilla, la plaza
se llena de
festeros que con arcabuces en
sus manos y
entre centenares de
disparos y explosiones
llenan la plaza,
los edificios tremolan, el
olor a pólvora y
el cosquilleo en
los oídos de
todos van “ in crescendo” el clímax
de la fiesta. Els Espíes ya
están en casa
y los encargados
de los versos
se retiran en
soledad a revisar
y ensayar los que
se dirán después. Mientras esto
sucede la casa, al
estar abierta se ha llenado
hasta el colapso,
no puede uno
ni moverse, diríase
que no cabe
ni una aguja .
Los
espías hacen una
descubierta por la
calle Mayor hasta
el castillo, haciendo
lo suyo, mirar,
medir, calcular, atisbar la
forma de hacerse
con el castillo
en manos cristianas. Mientras tanto
el carro ya
está frente a
la casa y
procedemos a engalanarlo con las
ramas de chopo blanco,
tal como
manda la tradición. Todos los lugares dentro y alrededor
del carro están
regulados por herencia,
algunos por herencia
de su abuelo, otros de
su padre y otros, los
menos, por razón
de amistad y
amor a la
fiesta. En mi caso, además
de la herencia
de la casa,
tengo mi lugar
en la parte
delantera derecha delante de
la rueda. Todo
por herencia de
mi padre y
estoy agradecidísimo a él.
11 mayo de 1988-Cristóbal Sarrió Francés, Cristóbal Sarrió Lledó (autor del artículo) y Luis Molina Ribera. |
Vuelven
los espías, están
todos: El Cartògraf ,
L´Escrivá, L´Ajudant de
L`escrivá o Tinter,
La Mare
de La Mahoma,
El Medidor, El
Portador de Llarga-vistes, con otros
muchos más espías.
Están en la
casa esperando a
que acabe la interminable “dançá“ de
parejas vestidas con
ropas sacadas del
baúl de la
abuela.
Desde
hace muchos años
he querido hacer
mi pequeña contribución
a la fiesta. Por eso he
ido haciendo un museíllo
monográfico de todo
lo que tenga relación con
la casa , “el ball
dels espíes”, el
carro y por
extensión de toda
la Plaza de
España. Con fotos,
cuadros, vídeos, prendas
de vestir, libros,
artículos y en
fin todo lo
que tenga que
ver con
esta parte de
la fiesta. Agradezco la
inestimable colaboración de Don Miguel
Maestre Castelló,
pues sin él
no se hubiera
llevado a buen
fin. En este proceso
de recuperación de
la fiesta ya se realiza
aquí la “ Paella dels
espíes“, esa “comilona“ que decían
los documentos antiguos. Confío en
que pronto volverán
a vestirse y
pintarse los espías,
pues al fin
y al cabo
es su casa. Estoy
abierto a cualquier
evento que tenga que ver con
la “Casa de la
Mahoma“ y ofrezco mi
colaboración total.
En
el proceso de selección del
material gráfico, llegó a
mis manos una tarjeta postal
de los años
de la posguerra,
que transcribo por
su rabiosa actualidad:
Hijos
e hijas de
Mahoma
sabéis
que todo va
caro,
pues
diremos todos en
coro:
“Que se
suban los jornales
y
que abajen las
patatas.“
Después
de varias horas
de baile se
acaban las parejas
y en ese
momento el carro
se pone en
movimiento repleto de espías
que protegen y
acompañan a la
Mahoma. Entonces se
recita por todos
los primeros versos
referidos a su
casa y es
el único que se dice
en castellano. Dice así:
Esta es
mi casa eterna,
eterna de
toda la vida,
de ella yo me
despido
pues
me llevan a
Villena.
Pero ya
llegará el día
en
que yo podré
decir:
“Que me
lleven a Biar
que
allí quiero yo
vivir“ (Cristóbal Payá Galvañ).
Estoy
contento , pues mis
hijas Eloísa y
Paloma junto con
sus parejas y
mis nietos Samuel y
Paloma ya desde
niños están implicados
en este sentimiento
familiar . Hay continuidad en
la Casa de la Mahoma
.
Atrás
queda en mi
memoria, tantos personajes que he
conocido , muchos a
través de mis abuelos ,
de mis padres ,
de mis amigos … que
son imposibles de
enumerar . Tenía necesidad de
expresarlo.
Cristóbal Sarrió Lledó
(Revista de Festes 2013)
Agradecimientos: Onofre Payá
Valdés, Miguel Maestre
Castelló, José y Vicente
Beltrán Sarrió por
sus aportaciones fotográficas .
Del Baile
de los espías,
a lo largo
de los años,
muchos han sido
los que se
han
ocupado del
tema, entre ellos:
-“Semanario Pintoresco
Español” de Madrid. Fecha
5 de Mayo
de 1839. Refiriéndose a
las fiestas de
1838. Páginas 140-141
y 142.
-“El defensor”, Órgano del
Partido Liberal-Demócrata del
distrito de Villena-Jijona. Periódico nº 7. Fecha
8 de Mayo
de 1921.
-Primer
Congreso Nacional de Fiestas
de Moros y
Cristianos .Villena
1974.Tomo I- II
. “Singularidad de
la pantomima y
el “Ball dels
Espíes “. Por Antonio
Navarro García.
-UNDEF
nº 19. Año 1983. “El
ball dels espíes“. Autor: Miguel Maestre
Castelló.
Páginas
37 y 38.
-Memoria gráfica
del L’Alcoià, el
Comtat, la Foia de
Castalla. Año 1998. Publicación del
periódico Información de
Alicante. Páginas 285 a 300.
-Calendari
de Festes de
la Comunitat Valenciana. Primavera. Páginas
242 a 248.
Año
1999. Autor: Antonio Ariño.
Universidad de Valencia.
-Investigaciones Universidad
de París Oeste
Nanterre La Défense.
-Investigaciones Universidad
de Venecia.
-Televisión Española. Serie “Raíces“.
-Canal
9, Intercomarcal , el Periódico
de Villena y
tantos otros .
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