"La fiesta de San Antonio Abad de Biar, tal como la conocemos ahora, es el resultado de la evolución histórica y la fusión de diversas celebraciones y expresiones festivas y de devoción medievales que se fueron aglutinando a lo lago de los siglos alrededor de la fiesta litúrgica del santo anacoreta de la Tebaida.
Otra institución de origen medieval y que estaba vinculada a la parroquia de Biar era la "demanda del Rei Pàxaro". Se trataba de la limosna tanto en especie como en dinero, que se obtenía entre la población en el tiempo de Navidad por este personaje simbólico y destinada a la renovación y mejora de los ornamentos litúrgicos de la parroquia. Así consta en "las quentas de los ornamentos que la dicha Yglesia y halló que lo que allega el Rey pájaro se acumula en dicha demanda"...
Indudablemente, la devoción a San Antonio Abad en Biar es muy antigua. Se trata de una devoción que tiene sus raíces en la Edad Media. Con una economía eminentemente agrícola y dependiente de múltiples factores que se escapaban al conocimiento, a la ciencia y al dominio del hombre de aquellos tiempos, era lógico que los biarenses favorecían el culto a San Antonio, santo protector de los animales de labor, invocando su poder taumatúrgico y celebrando en su honor liturgias de acción de gracias el día de su festividad, cada 17 de enero.
La primera noticia que testifica que existía en la parroquia de Biar existía un altar y capilla bajo la advocación de San Antonio Abad es de 1492. Se trataba de la capilla del "Señor San Antonio Abad sita y puesta en la Yglesia Parroquial de la Villa de Biar entrando por la puerta principal a ella a la mano izquierda al lado de la capilla de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo".
Con el paso de los siglos la festividad de San Antonio Abad fue tomando auge. Sin duda la devoción al santo llegó a estar bastante arraigada entre los vecinos de Biar, porque ya en el siglo XVIII se había llegado a una cierta institucionalización con la creación de una mayordomía de San Antonio Abad, vinculada a la parroquia, que se encargaba de organizar los festejos religiosos a la vez de recaudar en forma de limosna lo que era necesario para los gastos de la misma.
Otra institución de origen medieval y que estaba vinculada a la parroquia de Biar era la "demanda del Rei Pàxaro". Se trataba de la limosna tanto en especie como en dinero, que se obtenía entre la población en el tiempo de Navidad por este personaje simbólico y destinada a la renovación y mejora de los ornamentos litúrgicos de la parroquia. Así consta en "las quentas de los ornamentos que la dicha Yglesia y halló que lo que allega el Rey pájaro se acumula en dicha demanda"...
El personaje del Rei Pàixaro, con el simbolismo y ceremonial que comportaba, era encarnada cada año por una persona distinta entre los jóvenes -moços- de la población. Sabemos que en el año 1588 "fue Rei Páxaro Bernat Conca, fill de Francesc" y en 1589 fue Francesc Más y al siguiente Joan Lluna, fill de Joan.
A pesar de coincidir en la misma época del año, no sabemos si existía una relación directa en el Rei Pàixaro y la fiesta de San Antonio Abad. En principio sería muy aventurado suponer esa vinculación, porque de los documentos se deduce que el destino de esas limosnas recolectadas y subastadas por el Rei Pàixaro era, no sufragar los gastos de la fiesta de San Antonio, sino como hemos apuntado, la renovación de los ornamentos litúrgicos de la parroquia. No obstante, la figura del Rei Pàixaro ha ido subsistiendo al paso inexorable del tiempo y al cambio de costumbres, gracias a su unión y vinculación, como un elemento más de ella, a la fiesta de San Antonio.
Sin perder su cometido original, ahora el Rei Pàixaro recogería todas las distintas limosnas, que después de la pública subasta de las mismas, se destinarían a sufragar la fiesta religiosa de San Antonio Abad. Todo parece indicar que la configuración de la actual fiesta de San Antonio quedó establecida en la segunda mitad del siglo XIX, cuando se volvió a recuperar o "reinventar" esta fiesta popular con la creación de la "Hermandad de San Antonio Abad" entre algunas de las más importantes familiares biarenses.
Desde sus orígenes, la popular fiesta de San Antonio Abad, pero sobre todo la figura del Rei Pàixaro , tuvo un marcado carácter eclesial. El sentido de su existencia era por y en la iglesia. No debemos de perder de vista esta dimensión religiosa, porque nos ayuda a comprender su origen, sentido y cometido dentro de la estructura festiva. En caso contrario, ésta quedaría falseada y desvirtuada, porque no respondería a la propia esencia de la fiesta en su origen y por la que ha perdurado al paso inexorable del tiempo y de las personas."
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(Extracto en castellano del artículo-estudio de Ramón Belda Díez, que se publica en el folleto oficial de los actos de la Festividad de San Antonio Abad 2015)
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