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7 feb 2015

*El Arzobispo de Valencia se refugia en Biar (1706).

       
    Dentro del contexto de la Guerra de Sucesión, hubo algunos, en el Reino de Valencia, que no quisieron unirse a la causa del archiduque y se les dejó marchar libremente de la capital.
   El presente ejemplo es el Arzobispo Fr. Don Antonio Folch (1657-1724), que junto con el inquisidor y otros personajes, abandonó Valencia por su apoyo a Felipe V, fijando su residencia en Biar por bastante tiempo, hasta que, por la presión de las tropas del archiduque, se trasladó a Castilla.

    Otros historiadores afirman que el arzobispo, en realidad, sí que era partidario del Archiduque, que ofendido por no haber sido nombrado virrey de Valencia, se trasladó a Madrid. Los documentos sin embargo, parecen demostrar que se marchó a Madrid cuando no quedaba ningún pueblo en el Reino de Valencia, donde pudiese refugiarse por su afecto a Felipe V.

    El pontificado de Antonio Folch de Cardona en Valencia coincide con la Guerra de Sucesión, cuando el Reino de Valencia perdió sus fueros por decreto del rey Felipe V de Borbón el 29 de junio de 1707, sustituyéndose por un centralismo uniformista.

Había nacido Antonio Folch de Cardona en la misma Ciudad de Valencia, siendo bautizado el 9 de junio de 1657 en la parroquia de los Santos Juanes. Renunció a la vida militar, ingresando como religioso en el convento observante de San Francisco de Palencia. Ya profeso fue colegial mayor de San Pedro y San Pablo de Alcalá de Henares.
   Después de haber enseñado filosofía y teología a los religiosos de su orden, fue guardián de los conventos de Palencia y Avila, desempeñó el cargo de ministro provincial de la provincia de la Concepción de Castilla.
    El 2 de febrero de 1696 fue promovido a vice-comisario general de la familia franciscana ultramontana, y el 24 de marzo del año siguiente, comisario general de Indias.
    Propuesto por el rey Carlos II, el papa Inocencio XI lo nombró, el 3 de febrero de 1699, arzobispo de Valencia. El 3 de junio tomó posesión de la Diócesis, por medio de procurador, y el 1 de octubre inmediato hizo su entrada en la Ciudad del Turia.
   Dotado de grandes cualidades sabía conjugar armoniosamente la sencillez franciscana con la energía, defendiendo los derechos de la Iglesia.
A pesar del conflicto que había en España por la guerra entre Felipe de Anjou y el archiduque Carlos de Austria, pretendientes ambos a la corona española, por la muerte sin sucesión del rey Carlos II, los problemas surgieron cuando tomaron los partidarios del archiduque Carlos la Ciudad de Valencia, en 1705, que le obligó en los primeros días de enero de 1706, a retirarse primero a Biar, al sur de la Diócesis, y posteriormente trasladarse a Madrid.
    Si bien en un principio tomó una postura ambigua entre los dos pretendientes, al final se inclinó por Carlos de Austria, ante los desmanes cometidos en el territorio diocesano por los partidarios de Felipe V, y especialmente por los abusos realizados por Melchor Rafael de Macanaz, que no respetó la inmunidad eclesiástica, y a quien excomulgó por ello.
    Al retirarse de Madrid el archiduque Carlos, el 9 de noviembre de 1710, el Arzobispo lo siguió a Barcelona, y posteriormente a Alemania.
    Al año siguiente, al morir José I, emperador de Alemania, hermano del archiduque Carlos, éste fue coronado emperador. A su lado permaneció el arzobispo Folch de Cardona, al que nombró presidente del Supremo Consejo de España en el exilio.
    Vivió en el destierro hasta el 21 de junio de 1724, en que falleció en Viena (Austria).

                                                                                                                 (Arturo Llin Cháfer)

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