En este antiquísimo acto los participantes salen disfrazados como "espías moros" con el intento de recuperar el castillo en poder de los cristianos. Priman en este baile burlesco los elementos cómicos danzando al son de un música antigua por las plazas y calle principal del pueblo. A su vez este acto se muestra como una manifestación de expresión teatral popular.
Las primeras parejas de este baile lo hacen por herencia y tradición de padres a hijos o a familiares allegados. Tras ellos son muchos los danzantes disfrazados que participan en este acto cada año más concurrido.
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